Sólo puedo decir excelencias de esta encantadora casita. La ubicación te permite explorar toda la isla. Es una casita muy espaciosa, luminosa, todo super limpio y funcionando todo a la perfección. Cocina muy equipada con todos los utensilios que puedas necesitar. Estufa de hierro fundido con la leña ya preparada para encenderla al momento.
Lo que hace más increíble esta maravilla, es el enclave en que está situada. En plena naturaleza viva, inicio de parque natural, unas vistas al océano que te quita el aliento, un jardin que rodea la casita, con vegetación propia de la zona, super cuidado, que te hace sentir parte de todo ese entorno natural. Sólo oyes naturaleza, pájaros, etc. El cielo que se ve de noche es un espectáculo.
Los propietarios encantadores. Detallistas, cuidadosos, te tienen preparada agua y una cesta con fruta, se ofrecen a ayudarte en lo que haga falta, te hacen sentir en casa. Conversar con Anneliese y Ditmar es todo un placer.
Volveré a La Palma, y volveré aquí. Sin duda.