Desde el momento en que llegué, cálida bienvenida y, para mi sorpresa, ofrecieron un upgrade gratuito de habitación. ¡Qué detalle tan agradable!
La habitación era espaciosa, con cama cómodas que aseguraron un buen descanso. Todo impecablemente limpio, lo cual es siempre un gran plus.
El desayuno espléndido, con una variedad de opciones deliciosas. Además, los recepcionistas fueron increíblemente amables y serviciales, siempre dispuestos a ayudar con una sonrisa. Su atención al detalle y su disposición para hacer que mi estancia fuera perfecta realmente marcaron la diferencia.
En resumen superó todas mis expectativas y sin duda volveré en mi próxima visita a La Habana.