Hemos pasado un fin de semana espectacular. Las propietarias dos personas encantadoras, nos dejaron todo lo básico para el día a día e incluso una coca de bienvenida, que, por cierto, estaba buenísima!
El alojamiento de 10, una masía que conserva todo lo bello de su época.
Todo muy limpio en el interior.
Un paisaje idílico. Ideal para desconectar i huir de contaminación ambiental i acústica.
Muy recomendable!