Me ha encantado este hotel en cuanto a su relación calidad-precio. Puedes encontrar hoteles mejores o más baratos, pero que ofrezcan lo que ofrece este y al precio al que lo hace es muy difícil.
Todo limpio y cuidado, buen servicio, personal amable. El desayuno es un buffet pequeño pero que ofrece todo lo necesario: fruta, huevos, jamón, queso, bollería, panes blancos e integrales, cereales, avena zumos, mermeladas e incluso mantequilla de cacahuete.
Las camas son cómodas. hay facilidad para aparcar y se puede ir al centro del pueblo y estación de tren andando sin problema.
Como aspecto a mejorar señalaría el de las almohadas, que no entiendo porqué son tan pequeñas en vez de cubrir toda la cama.