Tenía mucho sin quedarme en hostales, pero todo estaba ocupado en la ciudad, así que opté por este porque las recomendaciones eran buenas. El servicio de los chicos de recepción es bueno, son gente cálida y te dan la bienvenida muy chévere, pero como todo hostal, tu experiencia siempre dependerá de los compañeros que te toquen. Lo terrible de mi caso es que me fui infestada de piquetes de bed bugs (ácaros), que estoy terrible en todo el cuerpo. Inicialmente pensé que eran piquetes de mosquito, pero un chico de cuarto fue el que me hizo la observación de que no eran moscos. La verdad es que la estoy pasando fatal. No tienen ascensor y son tres pisos, por si te toca el tercero, tienes que subir con todo y maletas, para que lo tengan en cuenta. Para prender el aire acondicionado del cuarto tenéis que pedir el control en recepción y bajarlo una vez encendido (si te toca en el 3er piso, bueno, ya sabes la subida y bajada cada que necesites prender o apagar el aire). Particularmente el de nuestro cuarto goteaba y nos dijeron que no había nadie de mantenimiento, nos dieron 2 toallas para poner debajo del aire que permanecían húmedas todo el tiempo porque nunca las cambiaban, a pesar de que les pedía toallas nuevas y de que hacían el aseo en la habitación. Creo que a pesar de que yo tuve suerte con mis roomies, porque era todos majos, el tema de los insectos de camas me tiene súper decepcionada, porque sigo arrastrando los malestares y honestamente no le desearía esto a nadie.