Pésimo servicio, uno de los recepcionistas (Matías) nos atendió estando absolutamente drogado; sus ojos estaban desorbitados y su mandíbula zigzagueaba con dureza. Ni si quiera se percató de que nos ofreció "weed" (como él le decía). Estuvimos 10-15 minutos analizando ofrecimiento recibido y el mal servicio por el que íbamos a pagar, tal como no poder comer en la habitación o no poder salir fuera del hostel con las llaves, y la pauperrima organización en la cocina, considerando los tiempos de pandemia en que nos encontramos, entre otras. Sumado a lo anterior, la ducha se encontraba fuera del baño, al lado de la cama, sin una puerta o similar, dando poca privacidad a cada huésped. Supongo que esto se debe a qué el baño era demasiado pequeño, tanto que tus rodillas chocaban con la puerta del mismo, cuando intentabas hacer tus necesidades.
Además, al llegar, encontramos los cobertores sucios y un preservativo usado, bajo una de las almohadas.
Doy está opinión públicamente, a pesar del hostigamiento que he recibido por parte de Matías en los últimos dos días, a través de WhatsApp, mi número de teléfono y correo electrónico, respondiendome en 3 oportunidades, en horas distintas, la calificación que le hice en Expedia, sin asumir su error e intentar mejorar, sino que por el contrario, intentando responsabilizarnos de su mal servicio a nosotros.
A pesar de todo, les deseo suerte (FEEL GOOD)