¡Increíble! Es toda una experiencia. Las instalaciones son preciosas y cómodas, inmersas dentro de la selva, lo que propicia un ambiente de descanso, relajación y contacto con la naturaleza, es un hotel que te invita a no salir y disfrutar de cada rincón.
El tema de la comida lo hace aún más espectacular, cada día te sorprenden con un platillo nuevo y delicioso de acuerdo a tus restricciones alimenticias.
Lo más importante a resaltar es la atención de todas las personas que trabajan ahí, el servicio es inmejorable, se siente la calidez y la cercanía.
Sin duda alguna el mejor hotel donde me he hospedado.