El Riad está situado cerca de una de las piernas de la Medina, Bab Doukkali, y bastante próximo a puntos de interés como la Koutoubia y Jemaa El Fnaa. Sin embargo las habitación que nos tocó era pequeña, sin mucho espacio para las maletas y el baño estaba abierto por la parte superior, sin intimidad y casi sin separación con la cama. Además olía bastante mal, a cañerías. No usamos la piscina por ser invierno pero en realidad es más una especie de estanque en el patio que si que servirá para refrescarse pero con poca capacidad. Eso sí, el personal es muy amable y atento, los desayunos son bastante buenos y la terraza tiene unas preciosas vistas.